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miércoles, 6 de abril de 2011

Muddy Waters Country Blues (Take2)



Contaminación de la ansiedad

En 1941, en su porche de entrada, Muddy Waters grabó una canción para el folclorista Alan Lomax. Después de cantar la canción, que le dijo a Lomax que se llamaba ‘‘Country Blues’’, Waters describió cómo la escribió. ‘‘La hice cerca del 8 de octubre de 1938’’ dijo Waters, ‘‘yo estaba arreglando el pinchazo de un carro. Había sido maltratado por una chica. Me sentía deprimido, y la canción llegó a mi mente tal como llegan esas cosas y la empecé a cantar. ’’ Entonces Lomax, que conocía la grabación de Robert Johnson llamada ‘‘Walkin’ Blues’’, le preguntó a Waters si había otras canciones que usaran la misma melodía. ‘‘Hay algunos blues que suenan así. ’’ Replicó Waters. ‘‘Esta canción proviene de los campos de algodón y una vez un chico puso un disco (Robert Johnson). Dijo que se llamaba ‘‘Walkin’ Blues’’. Yo había escuchado la melodía antes de haber escuchado el disco. La aprendí de Son House. ’’ En casi un respiro, Waters ofreció cinco fuentes: Su propia autoría activa: él ‘‘la hizo’’ en una fecha específica. Luego la explicación ‘‘pasiva’’: ‘‘me llegó así. ’’. Después Lomax le plantea la cuestión de la influencia, Waters sin vergüenza, recelo o miedo, dice que escuchó una versión de Johnson, pero que su mentor, Son House, se la enseñó. En el medio de esta compleja genealogía, Waters declara que ‘‘Esta canción proviene de los campos de algodón. ’’

Los músicos de Blues y jazz han estado habilitados por largo tiempo en una especie de cultura de ‘‘open source’’, en la cual los fragmentos melódicos pre-existentes y los extensos marcos musicales son libremente re-elaborados. La tecnología sólo ha multiplicado las posibilidades; los músicos se han ganado el poder de literalmente duplicar los sonidos en lugar de acercarse a ellos a través de la alusión. En Jamaica en los setentas, King Tubby y Lee ‘‘Scratch’’ Perry deconstruyeron las grabaciones musicales, utilizando un hardware pre-digital asombrosamente primitivo, creando lo ellos denominaron ‘‘versiones’’. La naturaleza recombinante de sus medios de producción rápidamente se esparció a los DJ’s de Londres y Nueva York. Hoy en día, un interminable, gloriosamente impuro, y fundamentalmente, un proceso social genera incontables horas de música.

Lo visual, el sonido, los collages textuales-que durante muchos siglos fueron tradiciones relativamente fugitivas (una cento aquí, un pastiche popular allí)- se convirtieron explosivamente en esenciales para una serie de movimientos artísticos del siglo XX: Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, la música concreta, el arte pop y el situacionismo. De hecho, el collage, el común denominador de esa lista, podría ser considerado la forma artística del siglo XX, e incluso del XXI. Pero olvidemos, por el momento, cronologías, escuelas, y hasta siglos. Como los ejemplos se acumulan-la música de Igor Stravinsky y de Daniel Johnston, las pinturas de Francis Bacon y de Henry Darger, las novelas del grupo OULIPO y de Hannah Crafts (El autor que saqueó La Casa Desolada de Dickens para escribri la Narrativa de la Esclava), así como los textos queridos se convierten en problemáticos para sus admiradores cuando se descubren sus elementos de ‘‘plagio’’, como las novelas de Richard Condon o los discursos de Martin Luther King Jr- se hace evidente que la apropiación, la cita, la alusión, la imitación y la colaboración sublimada son una especie de condición Sine qua non del acto creativo, que abarcan todas las formas y géneros del reino de la producción cultural.



En una escena de un juicio en Los Simpsons que ha entrado en el canon de la televisión, una discusión acerca de la propiedad de los personajes animados Itchy & Scratchy (Tommy & Daly) rápidamente se convierte en un debate existencial acerca de la naturaleza misma de las caricaturas. ‘‘La animación se construye bajo el plagio’’ declara el irascible productor del show, Roger Meyer Jr ‘‘Si me quitas el derecho a robar ideas, ¿de dónde van a venir?’’.Si los dibujantes nostálgicos no hubieran tomado prestado de Fritz El Gato, no hubiera existido el Show de Ren & Stimpy; sin Rankin/Bass y los especiales de navidad de Charlie Brown, no hubiera habido South Park; sin los Picapiedra- más o menos los recién casados en taparrabos del mundo animado- Los Simpsons hubieran dejado de existir. Si no consideras éstas como unas pérdidas esenciales, entonces considera la notable serie de ‘‘plagios’’ que ligan la tragedia ‘‘Píramo y Tisbe’’ de Ovidio con la ‘‘Romeo y Julieta’’ de Shakespeare y a ‘‘West Side Story’’ de Leonard Berstein; o la descripción de Cleopatra hecha por Shakespeare, copiada casi textualmente de ‘‘La vida de Marco Antonio’’ hecha por Plutarco y también después robada por T.S.Eliot y puesta en ‘‘La tierra Baldía’’. Si estos son ejemplos de plagio, entonces queremos más plagio.

La vocación de la mayoría de los artistas es presentada cuando sus talentos nacientes son despertados por la obra de un maestro. Es decir, la mayoría de los artistas se convierten al arte por el arte misma. Encontrar la voz propia no es sólo vaciarse y purificarse uno mismo de las palabras de otros sino una adopción y aceptación de filiaciones, comunidades y discursos. La inspiración podría considerarse como la inhalación de la memoria de una experiencia nunca experimentada. La invención, debe admitirse humildemente, no consiste en crear del vacío sino del caos. Cualquier artista conoce estas verdades, no importa cuán profundamente, él o ella, se sumerja en esta certeza.

¿Qué pasa cuando una alusión no se reconoce? Una mirada más de cerca a La Tierra Baldía podría ayudar a aclarar este punto. El cuerpo del poema de Eliot es una vertiginosa mezcla de citas, alusiones, y escritura ‘‘original’’. Cuando Eliot alude al ‘‘Prothalamion’’ de Edmund Spenser con el verso ‘‘Dulce Támesis, discurre plácidamente hasta que termine mi canto’’¿Para cuáles de los lectores el poema, no uno de los más famosos de Spenser, es desconocido? (De hecho, el de Spenser es ahora muy conocido gracias al uso que Eliot hizo de él). Dos respuestas son posibles: La concesión del verso a Eliot, o más tarde el descubrimiento de la fuente y la comprensión de que el verso es un plagio. Eliot evidenció no poca ansiedad sobre estos asuntos; las notas que él tan cuidadosamente agregó a La Tierra Baldía se pueden leer como la contaminación de la ansiedad del modernismo. Visto desde este ángulo, ¿Qué es exactamente el postmodernismo sino el modernismo sin la ansiedad?













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