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viernes, 23 de noviembre de 2012

Tres poemas de mier!!



Exasperadamente, despierto y el sonido de la lluvia que resbala como baba idiota que se encharca espumosa en las grietas de su árida piel es sólo una excusa para huir para escaparme para esconderme en la vigilia obtusa encorbatada supuestamente segura. Diríase que los sarcófagos que alguna vez abrí llenos de miel ácida eran la reliquia de inveterados reyes que fustigaron con crueldad militar a mis esclavos oníricos. Diríase que toda la desnutrición de mis hijos todos los abortos solitarios toda la lepra en la epidermis de mis sueños toda la esplendente tibia materia fecal curándose al sol del mediodía eran tan sólo pretextos motivos de huida hacia ese puerto de naves incendiadas y mar de hojalata oxidada. Diríase que no había otro camino...



Ansioso de caricias genitales mientras la vida se te escapa a gruesos chorros frente a un televisor.
Y entonces decides levantarte y vas a un bar y abordas a una chica de caderas prominentes
pero no tienes tu dosis habitual ni tu chispa ni tu duende
y la piel es una cerca electrificada 
y el ano se convierte en un agujero negro 
y a la vagina le crecen colmillos 
y vuelves solo a casa dándote contra las paredes
y en tu sofá la soledad te espera sonriente cruzada de piernas con una copa de champán.



Match Point

Matrimonio por conveniencia no es cosa nueva. Ya lo practicaban los egipcios en los tiempos de Alejandro y los hermosos Incas de Huancayo. Al parecer, estábamos claros, más transparente no pude haber sido; sin embargo, de un momento a otro, me vi cautivo en medio de elegías amorosas de tinte jurídico. Se enredó el asunto. Un pálpito me decía que se te corrían las tejas, que estabas despelucada y bastante necesitada de ternezas. Y yo no estaba dispuesto a pagar una suma como esa. Mis activos sentimentales nunca ascendieron a tanto. Pero cómo desperdiciar tan jugosa papaya, así que te seguí la corriente y te prometí el cielo y la tierra. ¡Mierda! ¡Las cosas que tiene que hacer uno por una Schengen, unos euros y un seguro! Pero todo fue en vano. En el consulado me dieron de revés. Estaba convencido de tener match point a favor y resultó que hice fue un autogol. Pero esas no son penas. Me quedé a bailar a este lado del Atlántico y la resaca ha sido perpetua.



You might feel a little sick, baby, 
And you know you're home all alone, 
I don't want the doctor at my house, baby, 
You just suffer, suffer, suffer till I get home. 
'Cause I don't want a soul, baby, 
Hangin' around my house when I'm not at home.


viernes, 9 de noviembre de 2012

Otro poema del tierno Bukowski

La escritura

A menudo es la única cosa entre tú y la imposibilidad.
Ni la bebida ni el amor de una mujer ni la riqueza pueden igualarla.
Nada puede salvarte excepto la escritura.
Evita que las paredes se caigan, que las hordas se acerquen.
Manda a volar a la oscuridad.
La escritura es el mejor psiquiatra
el más tierno dios de todos los dioses.
La escritura acecha a la muerte
no conoce la derrota.
Y la escritura se ríe de sí misma en el dolor.
Es la última expectativa, la última explicación.
Eso es lo que es.