El sueño de la mujer del pescador
Ansiabas con lacerantes ganas una tentacle rape en la arena de la playa, que el monstruo marino penetrara salvajemente tus hirvientes entrañas. Hélices adentro y afuera, tentáculos adentro y afuera, babitas tibias en los genitales, estalactitas de carne formándose en tu cueva. ¡Cómo resistirse a poner un estandarte en tus alabastrinas tetas, a morder ese sándwich de vulva con moluscos y mostaza, a terminar extáticamente en esos labios de intenso carmesí! Sucumbí, capitulé frente a tu sexo, dadivoso, oloroso a mango viche con sal. Succionaste mi leche como un súcubo sediento. Y oriné puntillas de acero dorado que cayeron precipitadamente como una lluvia de metal áureo y se incrustaron en el terreno erosionado de tu cuerpo, irrumpieron en tus fantasías de acceso carnal violento y lencería de cuero, rasgaron el tejido delicado de tus sueños.
¡Some weird people might find this appealing!