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sábado, 14 de mayo de 2011

YENDO POR UNA CERVEZA



YENDO POR UNA CERVEZA
Se encuentra sentado en el bar del barrio bebiendo una cerveza en el mismo momento en que empezó a pensar en ir allí por una. De hecho, ya la terminó. Quizás se beberá otra, piensa, en la medida en que la bebe y pide una tercera. Hay una mujer joven sentada no muy lejos de él que no está muy buena pero tampoco está tan mal, y probablemente es buena en la cama, como de hecho lo es. ¿Terminó su cerveza? No lo puede recordar. Lo que de verdad importa es: ¿Disfrutó su orgasmo? O incluso, ¿tuvo uno? Esto es lo que se está preguntando camino a casa, en la noche, a través de las calles brumosas, regresando desde el apartamento de la mujer. Que estaba lleno de muñecas Cupido*, de las que se ganan en las ferias, e hicieron una cita, como recuerda, para ir a una. En donde ella gana otra-ella tiene facilidad para eso. Después de lo cual van a su apartamento de nuevo, se quitan la ropa, ella emocionada abrazando su nueva muñeca en una cama colmada de éstas. Él no puede recordar dónde durmió la última vez, ya no está seguro, mientras se tambalea por las calles nocturnas, aún brumosas, dónde está su apartamento, su orgasmo, si tuvo uno, ya desvaneciéndose todo de la memoria. Quizás debería llevarla de nuevo a la feria, piensa, donde ella gana otra muñeca Cupido (esta es por lo menos su segunda cita, tal vez su cuarta), y está vez se van a tomar una copa en el bar donde se conocieron. En donde un tipo musculoso empieza a molestarla. Él interviene y ella aparece en su cama de hospital, dándole una de sus muñecas Cupido para que le haga compañía. Esta es su manera de expresar el vínculo que hay entre ellos, o eso supone él, al salir del hospital en muletas, sin saber en qué parte del pueblo está. O qué parte del año es. Decide que es hora de terminar el amorío-ella lo está volviendo loco-pero entonces el tipo musculoso se aparece en su boda y le pide disculpas por la golpiza que le dio. Él no se daba cuenta, dice, lo seria que era su relación. El regalo de bodas del tipo es un cupón certificado para dos bebidas gratis en el bar donde se conocieron y un par de cintas de raso para sus muletas. Durante la ceremonia, ambos llevan muñecas Cupido que tal vez tienen un significado oculto, como, de hecho, lo tienen. El niño que ella le lleva, de él o de otro, le recuerda, como si él necesitara que se lo recordaran, que el tiempo pasa volando. Él ahora tiene responsabilidades y decide comprobar si aún conserva el trabajo que tenía cuando recién la conoció. Lo conserva. Su ausencia, si es que ha estado ausente, no fue notada, pero no es felicitado por su matrimonio, sin duda porque-ahora lo recuerda- antes de conocer a su esposa él estaba comprometido con una colega y sus compañeros de trabajo ya le habían hecho una fiesta de compromiso, entonces debían de estar resentidos por el dinero que gastaron en regalos. Es vergonzoso y la atmósfera de alguna manera es hostil, pero él tiene un niño en el kínder y otro en camino, así que ¿qué puede hacer? Bueno, él todavía no ha cobrado el cupón certificado, entonces, por una vez, qué hijueputa, puede ir por una cerveza, dos, de hecho, y puede pagar por una tercera. Hay una mujer joven sentada cerca de él que parece que fuera buena en la cama, pero no es su esposa y él no tiene deseos de cometer adulterio, o eso se dice a sí mismo, y se sienta al borde de la cama de ella con los pantalones en los tobillos. ¿Se los está quitando o poniendo? No está seguro, pero ahora se los pone y cojea camino a casa, dejando sus encintadas muletas en alguna parte. A su llegada, encuentra todas las muñecas Cupido, que fueron puestas en un estante cuando los bebés empezaron a llegar, esparcidas ahora por el apartamento, decapitadas y con los miembros amputados. Uno de los bebés está llorando, entonces, mientras calienta una botella de leche en la estufa, entra en su habitación para darle un chupón y descubre una nota de su esposa junto a sus piyamas, que dice que se fue al hospital a dar a luz de nuevo y que espera no encontrarlo cuando vuelva, porque si lo encuentra lo matará. Él le cree, y pronto se ve en las calles de nuevo, preguntándose si sí le dio la leche al bebé, o si aún está hirviendo en la estufa. Pasa por el bar del antiguo barrio y está tentado, pero decide que ha tenido suficientes problemas para toda una vida y está a punto de seguir derecho cuando es detenido por el gigante que lo golpeó y que ahora le da un cigarrillo porque se ha hecho padre y lo arrastra dentro del bar para tomarse una copa de celebración, o muchas, ha perdido la cuenta. Las celebraciones ya se acabaron, sin embargo, el nuevo papá, que se ha casado con la misma mujer que lo abandonó, está lamentándose acerca de las miserias de la vida conyugal y lo felicita por haberse salido de aquello, le dice que es un tipo afortunado. Pero él no se siente como un hombre con suerte, especialmente cuando ve a una mujer joven sentada cerca de él que parece que es buena en la cama y decide sugerirle que vayan al apartamento de ella, pero es muy tarde- ella ya ha salido por la puerta con el tipo que lo golpeó y que le robó a su mujer. Entonces pide otra cerveza, preguntándose donde se supone que va a vivir ahora, y dándose cuenta- mientras el cantinero le ofrece otra cerveza a cuenta de la casa- de que la vida es corta y brutal, y de que antes de darse cuenta estará muerto. Tiene razón. Después de algunas cervezas y orgasmos, algunos apenas recordados, la mayoría ni eso, uno de sus hijos, ahora piloto de carreras y el presidente de la compañía en la que solía trabajar, vienen a visitarlo en su lecho de muerte y, disculpándose por llegar tan tarde (fui por una cerveza, papá, estas cosas pasan), le dice que lo va extrañar pero que quizás es lo mejor. ¿Lo mejor para qué? Pregunta, pero su hijo se ha ido, si es que estuvo allí en primer lugar. Bueno… ya sabes… la vida, le dice a la enfermera que ha ido a colocarle la sábana sobre el rostro y que se lo lleva lejos.

*Las muñecas Cupido (Kewpie Dolls)son unas famosas muñecas que se basan en las ilustraciones de Rose O'Neill que aparecieron en el Ladies Home Journal en 1909.

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